LA REVUELTA DE LA ESPAÑA VACIADA SE MOVILIZA PARA RECLAMAR OTRO MODELO DE GESTIÓN FORESTAL Y EVITAR LOS INCENDIOS
YO PARO POR MI PUEBLO – Manifiesto
En los ocho primeros meses de este año, España ha sufrido 54 grandes incendios (de más de 500 hectáreas) y se han quemado un total de 252.700 hectáreas de superficie forestal, el equivalente a la superficie arbórea de la Comunidad de Madrid. En la última década, la media anual de grandes incendios ha sido de 14 y se han abrasado una media de casi 70.000 hectáreas.
Los incendios de este verano ya han causado tres muertes, han provocado heridas a 58 personas y han obligado a evacuar a casi 24.000 personas entre el 8 de junio y el 7 de agosto, según un informe de los fuegos en España de la Dirección General de Protección Civil.
La correcta gestión de las masas forestales es el mejor instrumento para prevenir incendios, pero también para hacer frente al cambio climático y a otros retos que tiene España, como la despoblación, que es la principal causa del crecimiento desordenado de los bosques y la gran acumulación de combustible que soportan.
La relación entre despoblación e incendios forestales es clara y cierta; en los pueblos abandonados los incendios se propagan de forma descontrolada y el fuego arrasa sus montes e incluso sus casas.
Nuestros montes son fuente de riqueza y de trabajo en base a los aprovechamientos forestales tradicionales (madera, leña, resina, setas, caza..), compatibles con la silvicultura, agricultura y ganadería, además de un enorme potencial de actividades turísticas, recreativas, deportivas y sociales. Por eso, los montes tienen que estar correctamente gestionados.
Sólo un medio rural vivo e implicado en la gestión de su entorno, colaborador en la prevención, será capaz de llevar a cabo esta tarea, pero necesitamos el apoyo decidido de las Administraciones.
Por todo ello, desde La Revuelta de La España Vaciada, exigimos a las administraciones públicas, en este caso las CCAA, un nuevo “Modelo de Gestión Forestal Sostenible” que incluya:
• Priorizar y poner en valor las tareas de prevención, recuperando las cuadrillas forestales de mantenimiento de las zonas rurales.
• Implicar en la gestión forestal a la población rural, que durante siglos ha mantenido el equilibrio entre aprovechamiento y conservación de los bosques.
• Promover la ganadería extensiva tradicional por su papel en la limpieza del monte y contribución al equilibrio del medio natural, con incentivos para que sea una opción económicamente viable.
• Fomento de la producción y uso de biomasa como fuente de energía renovable, asequible y barata, propiciando iniciativas comunitarias de autoabastecimiento o de economía social.
• Plan de reforestación con especies autóctonas de las zonas quemadas respetando los ritmos del propio terreno y que incluya el vivero, la limpieza del monte y la plantación y mantenimiento.
• Eliminar (o reducir) el IVA de los aprovechamientos forestales (madera, leñas, setas, resina, etc.).
• Aprobar compensaciones por el mantenimiento de la masa forestal y por el papel de los bosques como sumideros de CO2.
• Mejorar las condiciones laborales del colectivo de agentes y bomberos forestales, apostando por contratos de 12 meses, asumiendo labores de prevención y mantenimiento forestal, además de extinción ante posibles incendios.